La sostenibilidad, las tecnologías inteligentes y las decisiones basadas en datos ya no son el futuro: están aquí y es el momento de ponerlas en marcha. Pero que estas tendencias sean accesibles no significa que todas las empresas estén preparadas para aprovecharlas. Aquí tienes algunas de las tendencias que están transformando la gestión inmobiliaria y de instalaciones:
1. Sostenibilidad: Un panorama regulador en evolución
El marco regulador en torno a la sostenibilidad está cambiando. La UE busca emisiones netas cero para 2050, y países como el Reino Unido están endureciendo requisitos, como la certificación EPC (Certificado de Eficiencia Energética). Pero no solo las normas mandan: cada vez más inquilinos exigen edificios sostenibles con características como cargadores para vehículos eléctricos, paneles solares o bombas de calor. Según un estudio de Handelsbanken en el Reino Unido, el 92 % de los inversores inmobiliarios creen que estas características serán clave para atraer inquilinos.
2. Digitalización: Hacia edificios más inteligentes y eficientes
La digitalización, especialmente con el Internet de las cosas (IoT), nos permite recopilar y gestionar datos para convertir los edificios en ecosistemas inteligentes. ¿El resultado? Monitoreo en tiempo real, optimización energética y experiencias personalizadas para los usuarios.
Con carteras de propiedades más diversas, las empresas necesitarán herramientas para no solo conectar datos, sino también darles contexto. Aquí es donde Verdantix prevé la evolución de los sistemas de gestión integrada de espacios de trabajo (IWMS) hacia plataformas más avanzadas: las «Plataformas de Inteligencia Conectada de Carteras» (CPIP, por sus siglas en inglés).
3. Inteligencia Artificial: Operaciones más inteligentes gracias a los datos
La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando el sector inmobiliario, desde el mantenimiento predictivo hasta asistentes virtuales para servicios laborales. McKinsey estima que la IA generativa podría aportar unos 180.000 millones de dólares al sector para 2032.
Ya estamos viendo cómo el mantenimiento de instalaciones se beneficia de la IA: alarga la vida útil de los equipos y reduce costes al resolver problemas antes de que ocurran. Por ejemplo, optimizar sistemas de climatización (HVAC) en función de la ocupación evita desperdiciar energía, mientras que el análisis predictivo ahorra tiempo en tareas rutinarias.
Además, los gemelos digitales —modelos virtuales de edificios— permiten simulaciones en tiempo real para optimizar el consumo energético y reducir la huella de carbono.
4. Espacios de trabajo flexibles: Adaptándose al trabajo híbrido
En los últimos cinco años, el trabajo híbrido se ha convertido en algo normal en muchas industrias. Esto ha llevado a las empresas a invertir en espacios de trabajo flexibles que sirvan tanto para quienes trabajan en la oficina como para los que lo hacen desde casa. Soluciones como escritorios compartidos, zonas de coworking y sistemas de videoconferencia son ya imprescindibles para fomentar la colaboración y la productividad.
A su vez, los usuarios necesitan herramientas móviles que les faciliten la vida: desde reservar escritorios hasta acceder a servicios del edificio o mantenerse conectados con su equipo.
5. Costes al alza en un mercado incierto
El mercado inmobiliario no es ajeno a la incertidumbre, con factores como la inestabilidad geopolítica y los problemas en la cadena de suministro afectando la recuperación tras la pandemia. Esto ha alterado la demanda de espacios de oficina, los patrones de trabajo y los precios de la energía.
Aunque se espera que la inflación se modere hacia finales de 2025, las facturas de servicios y los alquileres seguirán siendo más altos que antes de la pandemia. En Europa, por ejemplo, los alquileres de oficinas están subiendo, con ciudades como Madrid manteniendo tasas de ocupación por encima de la media global. Para las empresas, esto significa costes más altos y márgenes más ajustados.
Prepárate para estos desafíos y oportunidades, las decisiones que tomes ahora marcarán la diferencia.