En la gestión del mantenimiento nos cuestionamos qué aporta el IoT frente a los tradicionales sistemas de gestión del edificio (BMS). La respuesta está en su combinación, ya que permite recopilar más información y, tras su procesamiento, aplicar modelos predictivos que interactuarán sobre las instalaciones a través del BMS. Así, las analíticas de tendencias sobre el Big Data identifican problemas antes de que ocurran, posibilitando la transformación del mantenimiento preventivo en predictivo.
“Con las nuevas tecnologías transformaremos nuestros entornos de trabajo en sistemas inteligentes”
Además, el IoT proporciona a los usuarios un mayor control sobre el entorno con el uso de aplicaciones con acceso a los controles de climatización e iluminación de determinados espacios, sincronizados con el BMS del inmueble.
Incluso en un entorno tradicionalmente manual como la gestión de espacios existen mecanismos no invasivos para analizar la ocupación en tiempo real, posibilitando la puesta en marcha de entornos de flexibilidad. Los patrones estacionales de la demanda de ocupación, como en el periodo vacacional, nos permitirán cerrar plantas en determinados momentos con el consiguiente ahorro energético.
Así, el IoT aporta un vasto rango de oportunidades de integración de sistemas para transformar nuestros entornos de trabajo en sistemas inteligentes, que minimicen los costes e incrementen la experiencia del usuario.