Durante el pasado año 2020 hemos tenido que alcanzar desafíos que no imaginábamos, nuestras rutinas han cambiado, las metodologías de trabajo, los roles, las responsabilidades, hasta la ubicación de nuestras oficinas. La pandemia provocada por la COVID-19 nos ha puesto a prueba en muchos sentidos. En este artículo queremos destacar el papel que ha tenido el Facility Management en este año tan convulso, caracterizado por los retos, el aprendizaje y la continua superación.
El profesional del Facility Management en la gestión de las oficinas durante la era COVID-19 ha tenido un papel optimizador de las estrategias. Por otro lado, cabe destacar la importancia de implementar la tecnología necesaria que potencia la estrategia: IWMS (Integrated Workplace Management Systems), plataformas de software que permiten administrar, controlar y monitorizar el espacio de trabajo, incluyendo infraestructuras, dispositivos, comunicaciones y sistemas.
La gestión del puesto de trabajo incluye muchas piezas y el Facility Management, junto con IWMS, proporciona a las empresas la capacidad de gestionar de forma transversal todos los elementos desde una única plataforma. La implementación de una herramienta de estas características supone la mejora de los procesos y la optimización de los recursos de la empresa, a través de flujos de trabajo personalizados y mediante la automatización de tareas rutinarias.
