Hemos alcanzado un punto de madurez tecnológica que nos permite decir que los sistemas IWMS (sistemas de gestión integral del entorno de trabajo) son una realidad y es indiscutible el valor que aportan a la organización. La mayor duda reside en si seremos capaces de mantenerlos al día, ya que en el momento en el que el sistema pierde el contacto con la situación real, surge la duda sobre la fiabilidad de sus datos.
Hasta hace poco, el mantenimiento se realizaba fundamentalmente con auditorías e inspecciones visuales, que requerían la dedicación de personal a la ejecución de estas tareas. Las nuevas tecnologías nos permiten automatizar ciertas partes del proceso e incorporar el tiempo real, garantizando una mayor fiabilidad de la información.
Los entornos de trabajo también están cambiando. Las compañías cada vez se mueven más a modelos de flexibilidad, compaginándolos con políticas de teletrabajo, permitiendo que cada persona decida cuál es el lugar de trabajo más adecuado en función de la tarea que está desempeñando en cada momento:
- Reuniones
- Trabajos de concentración.
- Trabajos colaborativos de oficina.
- Trabajos por proyectos.
- Etc.
Los departamentos de Facilities 4.0 están volcados en adaptar los espacios a las nuevas formas de trabajar, migrando de modelos de puestos asignados a entornos más flexibles, donde los empleados ya no tienen una mesa propia, sino un conjunto de espacios flexible adaptados a las necesidades de sus actividades del día a día.
Próximamente la segunda parte…